Search
Close this search box.

Blog

Gestión Integrada de la Planificación: Cómo mejorar el rendimiento de tus proyectos

  1. MP
  2. Blog
  3. Gestión de la planificación
  4. Gestión Integrada de la Planificación

Los project managers han controlado y facilitado tradicionalmente las actividades relacionadas con los riesgos, los costes, la planificación y la calidad. Sin embargo, estas funciones suelen estar aisladas dentro de las empresas, especialmente en los grandes proyectos industriales, donde existen equipos específicos de planificadores, controladores de costes, gestores de riesgos, entre otros. Para gestionar de manera óptima los proyectos complejos y de gran envergadura, es fundamental que todas las áreas del Control de Proyectos estén integradas en un entorno dinámico. Por ello, la planificación integrada se convierte en un recurso esencial en la gestión moderna de proyectos.

Índice de contenidos

¿Qué es la planificación integrada?

La planificación integrada es una metodología que consiste en centralizar, alinear y coordinar toda la información relacionada con un proyecto dentro de un único plan.

Este proceso incluye la sincronización de distintas funciones, como la gestión de recursos, plazos, costes, riesgos y partes interesadas. El objetivo es garantizar la coherencia en la ejecución del proyecto, donde cada parte contribuye al objetivo común, minimizando la duplicación de esfuerzos y los errores.

Además, los proyectos suelen implicar a varios equipos, recursos distribuidos geográficamente, limitaciones financieras y de plazos ajustados. Si cada equipo gestiona su propia planificación sin concertación, rápidamente pueden surgir problemas como conflictos de recursos, sobrecostes y retrasos debidos a dependencias mal gestionadas. La planificación integrada resuelve estos problemas aportando una visión global, en la que cada parte interesada tiene una visibilidad del proyecto en su globalidad.

¿Cuáles son las ventajas de la planificación integrada?

Las ventajas de la planificación integrada en la gestión de proyectos son múltiples y afectan a varios aspectos clave del éxito de un proyecto:

  • Alineación de los objetivos: cada departamento o función puede alinearse con los objetivos generales del proyecto, asegurando así la coherencia y complementariedad de todas las iniciativas.
  • Mayor visibilidad y control gracias a una actualización continua: el proyecto evoluciona con el tiempo y surgen nuevas informaciones que requieren ajustes. La planificación integrada permite al equipo del proyecto realizar el seguimiento del progreso en tiempo real y adaptar el plan según sea necesario. Por ejemplo, mediante un único panel de control, pueden ver instantáneamente si un equipo está retrasado o si existe el riesgo de que se exceda el presupuesto, permitiendo así tomar medidas correctivas a tiempo.
  • Reducción de riesgos: la centralización de los datos mejora la capacidad de identificar y gestionar los riesgos desde las primeras fases del proyecto. Al coordinar todos los elementos, se pueden anticipar los posibles obstáculos y establecer estrategias para mitigar los impactos. Por ejemplo, en el contexto de un proyecto informático, si una funcionalidad clave se retrasa, la planificación integrada permite detectar este riesgo en una fase temprana y ajustar el cronograma o reasignar los recursos para evitar retrasos generales.
  • Centralización de la información y alineamiento de los equipos: toda la información crítica (recursos, plazos, costes, etc.) se agrupa en un plan único accesible para todos. De esta manera, los equipos comparten una base común y están en sintonía, lo que mejora la comunicación y la toma de decisiones. Por ejemplo, si se anticipa un retraso, los ajustes pueden realizarse con antelación, evitando así efectos en cadena.
  • Optimización de recursos: la planificación integrada facilita la gestión óptima de los recursos humanos, materiales y financieros en función de las necesidades reales del proyecto. En proyectos complejos, en los que participan varios equipos o subcontratistas, permite anticipar y resolver conflictos de recursos, garantizando una distribución fluida y eficaz.

¿Cómo implantar la planificación integrada en un proyecto o programa?

La implementación de la planificación integrada en un proyecto o programa se basa en una combinación coherente de herramientas y métodos de seguimiento en un sistema único, centralizado y coordinado para el seguimiento de todas las dimensiones de un proyecto. En general, para poner en marcha un sistema de planificación integrada se pueden seguir los siguientes pasos:

  1. Obtener el compromiso de las partes interesadas y garantizar la participación de todo el equipo.
  2. Diseñar la arquitectura del sistema, identificando las herramientas y procesos que se utilizarán.
  3. Establecer un «sistema de planificación integrada», centralizando la información y armonizando los procesos entre los equipos del proyecto.
  4. Facilitar la comunicación y la colaboración entre los equipos, garantizando que todos dispongan de la información y los recursos necesarios para aportar su contribución.

Aunque estos pasos ofrecen una visión general de la implantación de un sistema de planificación integrada, los detalles de cada paso deberán adaptarse a las particularidades de cada organización y a la complejidad de los procesos de control del proyecto.

 A continuación, se exponen algunas de las buenas prácticas para aplicar este enfoque:

  • Organizar talleres iniciales para debatir objetivos, entregables, plazos, presupuestos y riesgos.
  • Recopilar los requerimientos de cada equipo desde el inicio para que el plan satisfaga las necesidades específicas de todos, incluidos equipos de proyecto, gerentes, clientes, subcontratistas y reguladores si es necesario.
  • Establecer documentos de alcance que formalicen las expectativas y contribuciones de todas las partes interesadas (matriz de responsabilidades, interfaces, datos de entrada/salida, tipos de entregables), que sirvan de referencia a lo largo del proyecto.
  • Crear un plan de proyecto detallado y completo que cubra todos los aspectos: estructura, fases, actividades, plazos, costes, riesgos y recursos. Un plan preciso permite un mejor seguimiento y garantiza la obtención de los objetivos.
  • Integrar la gestión de riesgos desde la fase inicial de la planificación para todos los aspectos del proyecto (plazos, costes, calidad), con un plan de contingencia para cada riesgo importante a fin de prever soluciones alternativas.
  • Establecer puntos de control periódicos (semanales, mensuales o al final de cada fase) para supervisar el progreso y ajustar el plan si es necesario.
  • Utilizar herramientas de comunicación centralizadas para que todos los equipos tengan acceso a la misma información en tiempo real y fomentar la colaboración permanente.
  • Promover la transparencia animando a los equipos a informar rápidamente de los problemas o riesgos.

Por último, si se define una arquitectura para el «sistema centralizado de planificación integrada» desde el principio del proyecto, será posible estructurar los métodos, procesos y resultados de seguimiento previstos.

Este esquema general de la arquitectura de un sistema de planificación integrada permite diseñar una organización más eficaz, en la que cada miembro conoce su lugar y su rol, garantizando así el éxito de los proyectos en un entorno complejo y cambiante.

*Clayverest es una herramienta creada por PMO Analytics, filial de MIGSO-PCUBED. Esta herramienta, concebida como centro de productividad de la PMO, permite importar las distintas fuentes de datos del proyecto (planificación, costes, riesgos/acciones, recursos y modificaciones), consolidarlas en un cuadro de mandos centralizado y crear interdependencias entre los distintos elementos, a fin de facilitar una gestión óptima del proyecto o programa, así como un apoyo rápido a la toma de decisiones.

Caso práctico de planificación integrada: proyecto de construcción de un edificio industrial para la fabricación de piezas de aviones

Paul, director de proyectos en el sector de la construcción, ya tiene una sólida experiencia en la gestión de proyectos complejos. Sin embargo, la construcción de una planta industrial para la fabricación de piezas de aviones representa un gran reto. Este ambicioso proyecto implica múltiples partes interesadas y exige un nivel muy alto de calidad y cumplimiento de los plazos.

Desde las primeras reuniones, Paul reúne a los principales interesados: el cliente industrial final, el arquitecto, los ingenieros, los expertos en fabricación aeronáutica, los subcontratistas, así como el equipo de la PMO encargado del control del proyecto, los recursos humanos y las finanzas. Consciente de que el éxito depende de una colaboración fluida y transparente, Paul subraya la importancia de una planificación integrada, en la que cada parte tenga una visión clara de los avances y limitaciones de los demás. Esta comprensión compartida significa que una coordinación minuciosa es crucial en cada etapa para llevar el proyecto a buen puerto.

El primer paso es elaborar un plan global: Paul y su equipo de control del proyecto se encargan de ello. Este programa incluye plazos, costes, riesgos y recursos, teniendo en cuenta las fases de diseño y construcción, así como la gestión del suministro de materiales, equipos y plazos de entrega. Consciente de que el cumplimiento de los plazos depende de una cuidadosa gestión del tiempo de cada recurso, Paul ha adoptado un enfoque colaborativo. Utilizando un software de programación basado en “cloud”, cada equipo podía supervisar el progreso de las tareas en tiempo real.

Una vez identificadas las partes interesadas, Paul organizó una serie de talleres de colaboración. Cada grupo compartió sus necesidades, limitaciones y expectativas. El arquitecto se centró en optimizar el diseño de los distintos espacios de los talleres de producción industrial, mientras que los ingenieros se concentraron en los aspectos técnicos para garantizar que la estructura pudiera soportar las exigencias de la producción continua y las cargas de las máquinas. Al mismo tiempo, el planificador empieza a estructurar la programación y a definir las interacciones con las distintas partes interesadas.

Paul sabe que la gestión de costes es crucial para el éxito del proyecto, porque hay que respetar un presupuesto estricto. Por eso ha creado una gestión de costes integrada al proceso de planificación, que permite a cada equipo interno controlar los gastos en tiempo real. Así, cada equipo tiene una visión actualizada del presupuesto asignado a cada fase del proyecto.

Para evitar desviaciones presupuestarias, Paul establece puntos de control periódicos con su controlador de costes, durante los cuales comparan los costes reales con las previsiones. Este seguimiento constante permite detectar a tiempo cualquier riesgo de sobrecoste, sobre todo en el caso de materiales de construcción cuyos precios han subido repentinamente. Gracias a estos ajustes tempranos, el equipo puede encontrar alternativas sin afectar a la calidad ni a los plazos.

La gestión de los recursos también es un reto importante. Paul tiene que coordinar a los subcontratistas y sus respectivos equipos. Asignando los recursos para evitar sobrecargas y periodos de inactividad, organiza reuniones semanales con los distintos departamentos y subcontratistas, lo que permite adaptar la mano de obra en función de los avances. Esta organización también permite detectar las necesidades de formación de los equipos que utilizan tecnologías específicas de la industria aeronáutica, una valiosa anticipación desde la fase de programación de las actividades.

La construcción de este edificio industrial entraña importantes riesgos técnicos, financieros y operativos. Consciente de que la gestión de estos riesgos era crucial para evitar retrasos y sobrecostes, Paul estableció desde el principio reuniones mensuales con un equipo dedicado a la gestión de riesgos, que incluía expertos en seguridad, ingenieros y un responsable de riesgos especializado en proyectos complejos.

Un análisis en profundidad identifica cuestiones críticas como posibles retrasos en el suministro, problemas con la instalación de equipos pesados y riesgos de seguridad. Para cada riesgo identificado se elaboran acciones de mitigación. Por ejemplo, se proporciona un proveedor alternativo para cubrir posibles retrasos en la entrega y se aplican estrictos protocolos de seguridad in situ. Se ha integrado un análisis cuantitativo de riesgos en el proceso de planificación para evaluar el impacto potencial en las actividades críticas.

Cada mes se comparte con todos los equipos un informe de gestión de riesgos que les permite ajustar sus actividades en función de los riesgos identificados. Gracias a este enfoque, el equipo puede reaccionar rápidamente ante imprevistos, como una huelga de transportes que pudiera retrasar la entrega de equipos.

A lo largo de todo el proyecto, Paul hace énfasis en la comunicación y la transparencia. Una reunión semanal reúne a todos los equipos para hacer un balance, identificar los obstáculos y ajustar el programa si es necesario. Gracias a una plataforma digital compartida, todos tienen acceso en tiempo real a la información actualizada sobre los avances, el consumo presupuestario, la gestión de recursos y el seguimiento de riesgos. Esta visibilidad global optimiza la toma de decisiones, reduciendo las incomprensiones y los retrasos.

Los equipos técnicos y de gestión trabajan en estrecha colaboración, compartiendo la información y ajustando sus perímetros de planificación en función de las realidades sobre el terreno. Por ejemplo, cuando el ajuste de fundaciones es necesario luego de constataciones inesperadas, la decisión se toma rápidamente gracias a esta comunicación fluida, lo que permite a todos de contribuir a una solución que se ajuste a los plazos y al presupuesto.

Tras varios meses de intenso trabajo, el edificio industrial se entregó a tiempo y dentro del presupuesto. Este éxito puede atribuirse a la meticulosa planificación de Paul y su equipo, la gestión proactiva de los riesgos, la coordinación eficaz de los recursos y la gestión transparente de los costes. Pero, sobre todo, es la colaboración permanente entre todas las partes interesadas lo que hace de este proyecto una historia de éxito en el sector de la construcción.

Paul concluye que, en un entorno tan complejo, el éxito reside en integrar todas las dimensiones del proyecto desde el principio, garantizando una comunicación abierta y una cooperación constante entre todos los agentes implicados.

Conclusión

Como conclusión, la aplicación de la planificación integrada es un proceso que debe tener en cuenta las características específicas de gestión de proyectos de cada organización, con el fin de adaptarse eficazmente y optimizar el rendimiento operativo en términos de pilotaje y control. Además, la organización de reuniones periódicas de seguimiento y el fomento de una cultura basada en la transparencia y la responsabilidad colectiva desempeñan un papel crucial en el éxito de la planificación integrada.

En MIGSO-PCUBED, nos apoyamos en nuestra experticia en PMO para ayudar a nuestros clientes a integrar herramientas y métodos dentro de un ecosistema estructurado, organizado en torno a procesos e indicadores clave de calidad para las actividades de control de costes, gestión de plazos, gestión de riesgos y gestión de recursos. Este marco fomenta una colaboración interdisciplinar y simplifica la gestión del cambio. Nuestro objetivo es ayudarle a crear un sistema de planificación integrada a la medida que se adapte mejor a su organización.

Gracias a Román ACEVEDO DICILLO, Senior PMO Professional y Subject Matter Expert en planificación, por su contribución a este artículo.

¿Estás buscando integrar la planificación de tu proyecto?

Nuestros expertos están a tu disposición

También

te puede
interesar

Seleccione su idioma

Our website is not supported on this browser

The browser you are using (Internet Explorer) cannot display our content. 
Please come back on a more recent browser to have the best experience possible